Físicamente,
la metanfetamina puede provocar una serie de efectos negativos en el cuerpo.
Algunos de los efectos físicos inmediatos incluyen aumento del ritmo cardíaco,
presión arterial elevada, hipertermia (aumento de la temperatura corporal),
falta de apetito, dilatación de las pupilas y sudoración excesiva.
Las
personas que consumen metanfetamina en forma indebida a menudo necesitan tomar
dosis más altas de la droga, tomarla con más frecuencia o cambiar la forma de consumo
para obtener el efecto deseado.
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